Ley Cósmica

Libertad, Prosperidad & Moral Objetiva

Bajo las Estrellas

En un universo de infinitas posibilidades, es nuestro derecho innato hacer de nuestra experiencia humana un constante desarrollo y aprendizaje. Es nuestro derecho natural ser lo mejor que deseamos ser siempre y cuando respetemos este derecho en otros seres. En pocas palabras, es nuestro deber no robarle a nadie de gozar esta experiencia bajo la Ley Cósmica.

Nuestra condición humana lamentablemente se ha convertido en otra cosa menos que esto. Nos hemos convencido que solo somos pedazos de carne o engranajes de una máquina que se alimenta de nuestra sangre, sufrimiento y energía.

Esta máquina es muy sutil y antigua, pero está en todos lados. La podemos sentir cuando seguimos ciegamente las órdenes de alguien, la vemos cuando alguien más sufre, o la perpetuamos cuando creemos que el dinero es la fuerza vital que mueve el mundo. Todos estos son solo triquiñuelas de hechiceros o clérigos de la máquina.

Ley Cósmica

La Ley Cósmica tiene muchos nombres, tales como Ley Natural, Ley Espiritual, Khamma, Tao, o Regla de Oro. Realmente, lo que importante es diferenciarla completamente de la jurisprudencia o derecho artificial de los hombres.

La Ley Cósmica es el conjunto de condiciones universales, inherentes, objetivas, no hechas por el hombre, eternas e inmutables que gobiernan las consecuencias de los comportamientos de los seres con capacidad para comprender la diferencia entre el comportamiento dañino y no dañino.

Esta diferencia se debe que como seres espirituales teniendo una experiencia física en este mundo, nacemos con derechos innatos. Es decir, ningún estado, ninguna clase social o política, ni ningún texto antiguo o mágico tiene derecho a vigilarla, modificarla, prohibirla, o ignorarla. Tratar de cambiar la Ley Cósmica sería como querer cambiar la gravedad con un decreto de la República.

Control y Autoridad

Este feroz control puede ser derrotado en un abrir y cerrar de ojos. Pero solo puede ser vencido cuando absolutamente TODOS sepamos, no creamos, ni obedezcamos, sino entendamos que somos seres espirituales bajo la Ley Cósmica. Para esto debemos de abandonar la nefasta creencia que alguien más puede ser nuestro amo.

Debemos abandonar la creencia que somos animales domésticos que necesitamos de un amo que nos controle. Esta creencia la hemos cargado por tanto tiempo que algunos creen que el gobierno y la autoridad es legítima y moral. Esto es incorrecto e inmoral. Ningún papel, ni ritual antiguo puede adjudicar más derechos a alguien de los que ya tiene. Es decir, nadie más tiene derecho o propiedad sobre el cuerpo, mente, o espíritu de alguien más.

Si usted cree que necesita de un amo que lo proteja de los humanos porque somos peligrosos, usted está bajo control mental. Tiene que recordar que esos mismos humanos peligrosos son los que engrosan las filas del gobierno a su costa. Los rufianes ni asaltantes se llaman así mismos criminales, sino tienen que dar la apariencia de algo que no son. Estos, al igual que los estafadores, necesitan vestirse como pavos reales con finos ropajes. Los políticos, tecnócratas y expertos son rufianes de cuello blanco con un ejército de matones uniformados.

Aquí y Ahora

¿Usted cree que realmente que agachando la cabeza todo va a salir bien? “Mientras siga jugando el plan del amo, él me deja tranquilo y todo estará bien.” ¡No, el universo no funciona así! Ya somos muy viejos para seguir siendo niños que no se respetan a sí mismos. Y no, perpetuar el status quo y ni ser buenos ciudadanos es ser moral. Solo demuestra que está de acuerdo con la esclavitud.

Estos son los últimos años de oportunidad. Esta no es la primera, ni segunda vez que la humanidad ha intentado vivir en civilización, pero en cada era hemos fracasado. Nos hemos convertido en una granja humana. El universo nos ha dado múltiples oportunidades para aprender. Pero una especie que se viola así misma y violenta los derechos de otros seres, no tiene cabida en este universo:

Pues aunque ya debierais ser maestros, otra vez tenéis necesidad de que alguien os enseñe los principios elementales de los oráculos de Dios, y habéis llegado a tener necesidad de leche y no de alimento sólido.

Ley Cósmica

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